El uso de Internet por parte de nuestros menores tiene un valor educativo excepcional, pero también entraña ciertos riesgos, ya que no todo el contenido de la Red es adecuado para ellos. Sin embargo, no por eso debemos prohibirles su acceso a Internet, sino proporcionarles las herramientas necesarias para estar protegidos ante determinados contenidos inapropiados.

Un contenido inapropiado es todo material percibido por el menor de edad que puede ser dañino para él, al que accede de forma voluntaria o involuntaria. Son los estímulos que provocan un perjuicio en el menor por las características de la información que contienen. Estos contenidos pueden ser de dos tipos:
- Contenidos ilícitos
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Son aquellos que no están legalmente permitidos. Ejemplos: drogas, pornorgrafía con menores, xenofobia, racismo, apología del terrorismo, etc.
- Contenidos nocivos
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Están legalmente permitidos, pero se consideran dañinos para el desarrollo psicosocial de los menores. Ejemplos: pornografía para adultos, juegos online, apuestas, hábitos pocos saludables, etc.