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Sexting

Consiste en el envío de contenidos de tipo sexual (principalmente fotografías y/o vídeos), producidos generalmente por el propio remitente, a otras personas por medio de teléfonos móviles. Compartir una fotografía íntima a través del teléfono móvil o las redes sociales supone perder su control. Esta práctica está cada vez más extendida entre los adolescentes, que pueden ver cómo se les vuelve en contra en forma de acoso, chantaje o extorsión. El sexting puede tener graves consecuencias de las que los jóvenes no son muy conscientes, una vez que las imágenes son enviadas a terceros o están subidas en páginas web o redes sociales.

Para evitar llegar a esto, la prevención es fundamental y ante un caso de sexting hay que informar a la Policía o a la Guardia Civil.

Sexting

El sexting surge en muchas ocasiones asociado a una relación de confianza extrema, por lo que los problemas residen en las tres acciones. Prevenir las consecuencias negativas del sexting es sencillo; se basa en tres normas básicas, en las cuales debemos insitir a los menores:

1) ¡NO LO PRODUZCAS!
Evita tomar este tipo de fotos y recordar que si salen de tu dispositivo pierdes el control total de la imagen. Tener fotos íntimas en el teléfono móvil siempre es un riesgo, incluso si no se piensan enviar; en caso de pérdida del terminal alguien puede difundirlas.

2) ¡NO LO SOLICITES!
No pidas este tipo de contenidos a otros: cuando recibes imágenes tan íntimas asumes una responsabilidad en su custodia. Si las difundes intencionadamente o por error estás cometiendo un delito.

3) ¡NO LO DIFUNDAS!
Si tienes este tipo de imágenes recuerda que solo a ti te la mandaron y no a todos a los que desees pasársela. La difusión de estas imágenes está considerado un delito en el Código Penal.

Sexting

Captura de pantalla de la web del diario 20 minutos.