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Violencia de género

Antes solo se relacionaba la violencia de género con la agresión física que sufría una mujer cuando era golpeada por la pareja. Con la irrupción de Internet y de las redes sociales, se ha ampliado el marco en el que se pueden generar conductas agresivas y de acoso que también son calificadas como violencia de género.

Esta nueva violencia golpea, sobre todo, a chicas adolescentes menores de edad. Se basa, principalmente, en acoso sexual por parte de desconocidos a través de las redes sociales y también en el control que llegan a ejercer las parejas de estas jóvenes en su móvil. Lo más alarmante es que los adolescentes asumen este tipo de conductas como normales, no las identifican como maltrato y se ha detectado que tienen lugar a edades cada vez más tempranas.

Las redes sociales, en aras de la comunicación, incrementan las posibilidades de establecer mecanismos de control hacia la pareja. Whatsapp es un medio que permite un alto control sobre otra persona, ejemplo de ello pueden ser frases como las que podemos observar en la siguiente imagen:

Si les hablamos a los jóvenes explicándoles con ejemplos concretos lo que son comportamientos que representan relaciones de desigualdad, les será más fácil detectar las actitudes que caracterizan la violencia de género.

ZappingProduccions. Doble Check

Para educar a nuestros hijos es de interés darles a conocer la campaña “Diez formas de violencia de género digital” elaborada por Pantallas Amigas. A través de diez imágenes animadas, centra su foco en mostrar situaciones cotidianas en las que se produce violencia de género, acciones que algunos chicos adolescentes realizan con sus parejas o exparejas.

Estos son los comportamientos sobre los que la campaña quiere llamar la atención de la población más joven con el fin de provocar primero la reflexión para que, después, sean eliminados como prácticas limitantes y agresivas:

  1. Acosar o controlar a tu pareja usando el móvil.
  2. Interferir en relaciones de tu pareja en Internet con otras personas.
  3. Espiar el móvil de tu pareja.
  4. Censurar fotos que tu pareja publica y comparte en redes sociales.
  5. Controlar lo que hace tu pareja en las redes sociales.
  6. Exigir a tu pareja que demuestre dónde está con su geolocalización.
  7. Obligar a tu pareja a que te envíe imágenes íntimas.
  8. Comprometer a tu pareja para que te facilite sus claves personales.
  9. Obligar a tu pareja a que te muestre un chat con otra persona.
  10. Mostrar enfado por no tener siempre una respuesta.